¿Te has preguntado cuál es la diferencia entre gazpacho y salmorejo? Estas dos deliciosas sopas frías españolas comparten similitudes, como la base de sus ingredientes y el hecho de que son comidas perfectas para el verano, pero también presentan contrastes que las hacen únicas.
Sigue leyendo y descubre las características distintivas de cada una, desde sus ingredientes y textura hasta la forma en que se preparan y se sirven. En este recorrido culinario te enseñaremos cómo distinguir entre el refrescante gazpacho y el cremoso salmorejo cordobés. ¡Vamos!
Primero, un bocado de historia
Estos platos, aunque simples en su composición, tienen una gran profundidad de sabor e historia. El salmorejo y el gazpacho son comidas típicas de España, en concreto de Andalucía, y representan la sencillez y frescura de los ingredientes por los que es conocida la gastronomía de este país ibérico.
¿Qué es el gazpacho y cómo llegó a ser lo que es hoy?
El gazpacho, a su vez, es una sopa fría de verduras que también se asocia con los días calurosos de verano. Al igual que el salmorejo, los orígenes del gazpacho se remontan a la época romana, con la diferencia de que este ha sufrido cambios más significativos en su receta a lo largo de los siglos.
La adición de verduras como pepinos, pimientos y tomates, que también fueron traídos a España desde América, terminó por darle al gazpacho su sabor distintivo y su calidad refrescante. También tiene una textura menos densa, lo que permite beberlo como si fuera un zumo o un bloody mary.
Aunque al principio el gazpacho gozó de gran popularidad entre los trabajadores del campo y las fábricas, quienes lo tomaban en sus largas jornadas de trabajo, no tardó en dar de que hablar entre las clases media y alta, quienes empezaron a añadirle sus característicos tropezones de hortalizas.
¿Qué es el salmorejo y de dónde proviene?
El origen indiscutible del salmorejo se remonta a Córdoba, en la provincia de Andalucía. Los romanos (y mucho tiempo después los vareadores y los campesinos) solían consumir una comida sencilla a base de miga de pan, ajo, vinagre, aceite de oliva y sal, conocida como Mazamorra.
Luego, a medida que aparecieron nuevos ingredientes, la receta evolucionó. Fue con la introducción de tomates del Nuevo Mundo en el siglo XVI que este plato se convirtió en la deliciosa y cremosa sopa fría a base de tomate que conocemos hoy. Una comida fácil de preparar y muy nutritiva.
Su origen humilde nunca dejará de estar presente, pero lo cierto es que el salmorejo se ha convertido en un alimento básico de la cocina andaluza, que disfrutan personas de todos los ámbitos de la sociedad. Es casi como un símbolo, y no puede faltar en un picnic durante el verano.
Salmorejo vs gazpacho: entendiendo sus diferencias
Ambos son los reyes del verano, eso no está en discusión, pero el salmorejo y el gazpacho tienen tres diferencias clave que harán que más nunca vuelvas a confundirlos. Toma nota:
Diferencias en sus ingredientes
La primera diferencia entre el salmorejo y el gazpacho está en sus ingredientes. Ambos platos tienen una base similar, ya que comparten los tomates, la miga de pan, el ajo, el aceite de oliva y la sal, pero el gazpacho también incorpora pimientos verdes, pepino y vinagre en su elaboración.
El salmorejo, por su parte, tiene más proporción de ajo y pan que el gazpacho, lo cual termina siendo un factor diferencial en su sabor y textura (ojito, que ya vamos a hablar al respecto).
Ahora bien, ¿el gazpacho lleva pan? Esta es una pregunta que no está exenta de polémica. Los más puristas dicen que no, pero, en realidad, hay muchas recetas (la mayoría) que sí lo incorporan. Nuestro consejo es que intentes hacerlo de las dos maneras y te quedes con la que más te guste.
Diferencias en su textura
Esta es, con toda seguridad, la mayor diferencia entre el salmorejo y el gazpacho.
El salmorejo es una crema tan espesa que casi tiene la textura de una mayonesa, esto debido a que no incorpora agua en su elaboración y el aceite de oliva se combina con el agua de los tomates para crear una emulsión perfecta. La mayor proporción de pan con respecto al gazpacho también ayuda.
En cuanto al gazpacho, este lleva agua para remojar el pan, vinagre y las demás hortalizas (pimiento verde y pepino) que también contienen agua, así que se asemeja más a una sopa fría. Por esto no te extrañe que te lleguen a servir un gazpacho en un vaso alto, pero nunca un salmorejo.
Ya que estamos hablando de gastronomía española, tenemos un artículo muy interesante en el que explicamos a qué hora y cuántas veces se come en España. ¿Comerán tres veces al día como nosotros en Latinoamérica? ¡Descúbrelo con tan solo un clic!
Diferencias en sus complementos
Lo habitual (que no necesariamente es una regla) es que el salmorejo lleve huevo duro picado y taquitos de jamón ibérico en la parte superior, así como un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. La textura del salmorejo hará que estos queden en la superficie, sirviendo como decoración.
El gazpacho, en cambio, acostumbra llevar tropezones de las mismas hortalizas que intervienen en su elaboración (tomate, pimiento verde y pepino), así como picatostes o crutones de pan.
No existe diferencia entre el salmorejo y el gazpacho a la hora de comerlos. Ambos pueden ser una tapa o una entrada perfectamente, así que son una apuesta segura para cuando estés paseando por el centro histórico de Córdoba o buscando qué comer barato en Madrid.
¿Cómo hacer el salmorejo y el gazpacho?
Una de las mejores cosas de viajar por el mundo es poder hacer turismo gastronómico y probar todo tipo de delicias en sus lugares de origen, pero esto no tiene por qué ser una excusa para no preparar un delicioso salmorejo andaluz o un refrescante gazpacho en casa. ¡Toma nota!
1. Receta del salmorejo
Ingredientes
- 1 kg de tomates (a poder ser tipo pera) bien rojos y maduros.
- 200 g de miga de pan (mejor si es de telera cordobesa).
- 100 ml o 10 cl de aceite de oliva virgen extra.
- 1 diente de ajo.
- 10 g de sal.
- Un poco de huevo duro y jamón ibérico (solo para decorar).
Preparación
Lava muy bien los tomates y hazles un corte en cruz en ambos extremos. Luego, sumérgelos en agua hirviendo durante 30 segundos y luego en agua fría para detener la cocción, así podrás retirar la piel muy fácil. También quítales el pedúnculo, córtalos en trocitos pequeños y reserva.
A continuación, tritura el diente de ajo en un envase grande junto con la sal, agrega el tomate y sigue triturando. Añade la miga de pan y continúa el proceso hasta que todo esté bien integrado.
Por último, agrega el aceite de oliva virgen extra en forma de hilo y sin dejar de mezclar hasta que obtengas una consistencia homogénea. Refrigera durante por lo menos dos horas y sirve decorado con huevo duro, taquitos de jamón ibérico y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Por supuesto que este proceso puedes hacerlo en una batidora, licuadora o robot de cocina, pero hacerlo a mano no deja de tener su encanto. ¡Prueba y luego nos cuentas!
2. Receta del gazpacho
Ingredientes
- 1 kg de tomates (a poder ser tipo pera) bien rojos y maduros.
- 1 pimiento verde.
- 1 pepino.
- 2 dientes de ajo.
- 50 ml o 0.5 cl de aceite de oliva virgen extra.
- 50 g de miga de pan (mejor si es de telera cordobesa).
- 250 ml o 25 cl de agua fría.
- 5 g de sal.
- 30 ml o 0.3 cl de vinagre de Jerez.
- Un poco de cebolla blanca y picatostes o crutones de pan (solo para decorar).
Preparación
Lava muy bien todas las hortalizas. Al tomate le vas a hacer el mismo tratamiento que te explicamos en la receta anterior. Pela el pepino, quítale las semillas y pícalo en trozos pequeños. Pica de la misma forma el pimiento verde, y retírale la parte del centro al ajo para que no repita.
Pon todo esto junto en un envase grande, vaso de la licuadora o robot de cocina junto con el resto de ingredientes y tritura lo suficiente hasta que obtengas una consistencia homogénea.
Pasa esta mezcla por un colador fino para quitar posibles restos de piel o semillas, prueba si está bien de sal y refrigérala un par de horas antes de servir para que tu gazpacho esté bien fresquito.
Sirve y decora con tomate, pepino y cebolla blanca picados en brunoise (muy chiquito) y crutones. Nunca le pongas hielo (esto también aplica para el salmorejo) porque arruinarás la textura del plato, mejor hazlo con tiempo y déjalo reposar en la nevera. La espera valdrá la pena, ya lo verás.
Salmorejo o gazpacho, ¿cuál es mejor?
Las respuestas a esta pregunta son, en su gran mayoría, subjetivas. A algunos les gusta más el salmorejo, otros prefieren el gazpacho, y esto es porque a pesar de que comparten la misma base de ingredientes, como pudimos ver en este artículo, no son ni saben exactamente iguales.
Además de su textura, otra gran diferencia entre el gazpacho y el salmorejo está en su aporte calórico. Ambas son comidas sanas, pero el gazpacho lleva una menor proporción de pan en su elaboración, así que podemos decir que engorda menos. Eso no quita que los dos estén buenísimos.
¿Y tú, cuál prefieres? Al fin y al cabo, el gazpacho y el salmorejo son los reyes del verano en Andalucía y toda España, y tal vez no merezca la pena quedarse con solo uno. ¡Buen provecho!