Una de las inquietudes más comunes entre los viajeros principiantes, es querer saber qué es realmente un hostel. Cada vez son más las personas queriendo vivir aventuras viajando por el mundo y dormir en un hostel es una de las mejores experiencias que nos podemos permitir. Si me preguntan, es mi tipo de alojamiento favorito.
Sabemos que, a veces, hay mucho temor a lo desconocido y hay películas que muestran a los hostels como lugares peligrosos y alejados (¡siempre hay espacio para Hollywood!). Por eso quiero derrumbar mitos y contarte con más detalle las características de un hostel, las diferencias con un hotel y algunos consejos para cuando te vayas a alojar por primera vez.
¿Qué es un hostel?
Un hostel es un tipo de hospedaje que suele ser más económico que un hotel y en el que compartes espacios con otros viajeros. Sí, significa que vas a dormir en una habitación con 4, 6, 8, 10, 12, 18 ó 20 personas; que puede ser mixta, solo para mujeres o solo para hombres.
Pero sobre todo, un hostel es una buena manera de conocer a otras personas que están viajando como tú.
La mayoría de los hostels ofrecen también habitaciones privadas, con baño, por si deseas tener más intimidad o no te sientes tan cómodo durmiendo con tanta gente en la misma habitación. Toma en cuenta que en un hostel los baños y la cocina también son de uso común, al igual que el resto de las áreas.
Pero vamos a seguir explorando con más detalle qué es un hostel y por qué es bueno para ti, que quieres viajar por ahí.
Las mejores características de un hostel
La ventaja principal de dormir en un hostel es compartir con otros viajeros. La dinámica es sencilla: reservas una cama (generalmente son literas) por la cantidad de noches que necesites. Mientras más personas compartan la habitación, más económico es el precio que vas a pagar.
Luego, están las habitaciones privadas que suelen ser para dos, tres o cuatro personas, con un baño. El precio es más costoso, pero todo depende de tu gusto. Debes saber que si eliges la habitación privada, igual compartes con los demás viajeros el resto de las áreas.
Cada hostel tiene sus propias reglas y los hay desde los más sencillos, hasta los más producidos y llenos de detalles que hacen que la experiencia sea única. Sin embargo, para que tengas una idea, normalmente por el precio que estás pagando tienes derecho a:
- Una cama con sábanas limpias, que debes tender y retirar al irte.
- Una taquilla o locker para guardar tus pertenencias.
- Uso de las áreas comunes.
Dependiendo del hostel que elijas, también puedes tener: desayunos (a veces incluido, otros por un precio adicional); cenas (casi siempre se paga aparte), bar, sala de juegos, televisión, café, agua y jugos todo el día, etc. Como decía antes: depende de los servicios que ofrece cada hostel.
Cuando me he aventurado a viajar sola por Europa, he tenido muy buenas experiencias alojándome en hostels de ciudades como Milán, Praga, Varsovia y Barcelona por mencionar algunas de mis favoritas.
Y lo digo porque es genial cuando el hostel pasa de ser un mero sitio para dormir más barato, y se convierte en algo más completo, con espacios bien cuidados y limpios, que se adaptan a todos los gustos.
A estas alturas, ya tenemos mucho más claro qué es un hostel y cómo funciona, ¿verdad?
¿Qué diferencia hay entre un hotel y un hostel?
La diferencia entre un hostel y un hotel es muy sencilla: en un hotel reservas una habitación, que cumple unos estándares de categoría (de 1 a 5 estrellas) y en la que tienes absoluta privacidad.
En cambio, en un hostel reservas una cama, dentro de una habitación que vas a compartir con más viajeros. Por lo tanto, suele ser mucho más económico que reservar en un hotel.
Sin embargo, los hostels han evolucionado tanto que -dependiendo de la ciudad a la que vayas- puedes conseguir que los precios por noche, sean más elevados que los de un hotel pequeño y sencillo.
Si tu prioridad es conocer a más personas (y ojalá que sí, porque es la maravilla de los hostels), entonces, no lo dudes. Pero si estás buscando más privacidad, entonces la mejor opción es acudir a los buscadores de hoteles. Te darás cuenta de estas variaciones de precio, para tomar mejores decisiones.
Por supuesto que no todo el mundo comparte esta forma de viajar. Si no te agrada la idea de compartir tu espacio, también puedes optar por algo distinto con el intercambio de casas gratis. Lo importante es que te sientas a gusto viajando.
Consejos para alojarte por primera vez en un hostel
Ahora que ya sabes qué es un hostel y cómo funciona, queremos darte algunos consejos para cuando te vayas a alojar por primera vez. Son detalles sencillos que puedes tomar en cuenta para saber cómo elegir un buen hostel en cualquier ciudad que vayas.
Hay muchas plataformas para reservar un hostel, sin embargo, siempre utilizo Booking por su confiabilidad, transparencia y facilidad de usar. Además, en muchos casos permite cancelación gratuita y las reseñas son 100% reales.
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A veces hay hostels con excelentes características, pero que están muy lejos del centro de la ciudad. Está bien alojarse en un hostel que tenga fácil acceso al transporte público. Si está muy lejos, implica más gastos en transporte y lo que ahorres en hospedaje, lo tendrás que destinar para esto.
Lee las reseñas
Es importante leer qué dicen otros viajeros sobre su estadía en el lugar. Si bien cada viajero es un mundo, uno se puede hacer una idea de cómo es el ambiente, la ubicación, qué dicen de las instalaciones, qué tal la limpieza, el trato del staff, etc.
Si el hostel tiene una buena puntuación, paso a considerarlo inmediatamente entre mis posibilidades.
Precio
Dependiendo de la ciudad que visites, los precios van a variar. En ciudades de Europa del Este como Varsovia o Praga, por ejemplo, suelen ser un poco más económicos que en Europa occidental y puedes conseguir camas en buenos lugares por 10€ y 15€ en adelante, que está muy bien.
Pero en el resto de Europa, los precios comienzan en 20€ y 30€. Que pagues más no significa necesariamente que estás optando por el mejor, por eso hay que leer bien las reseñas, lo que te ofrecen y hacer balance.
Limpieza
A mí no me importa compartir cuartos y baños. Pero lo mínimo que espero del sitio es que esté limpio. Esa es una deducción que se puede sacar fácilmente por las reseñas. Incluso, puedes revisar cuántos baños tiene el hostel para compartir, porque a veces es muy bueno, pero tiene solo uno o dos disponibles y eso incide directamente en la limpieza.
Ambiente
Hay hostels de todo tipo: grandes, pequeños, tranquilos, de fiesta, etc. Cada quien busca el que mejor se adapte a la personalidad. A mí me gustan los que son tranquilos, que tengan buena vibra, pero que -por ejemplo- tengan un horario del bar.
Así sé que hasta la medianoche habrá ruido y que después todos se tienen que comportar. Un hostel tranquilo es la mejor opción para los nómadas digitales que viajan mientras trabajan.
Elige una habitación pequeña
Quizá sea bueno alojarte en un cuarto compartido pequeño, de cuatro a seis personas para que no sea invasivo a la falta de costumbre. A mí me gustan los cuartos mixtos, pero puedes elegirlos solo de mujeres o solo de hombres, según sea el caso.
Sé flexible, conversa
Aunque todos necesitamos instantes de soledad, la idea de dormir en un hostel no es solo para ahorrar en hospedaje, sino porque también puedes llegar a conocer a gente maravillosa que está viajando por el mundo. De esas conversaciones de hostel, me he quedado con buenos amigos.
Ahora que ya sabes qué es un hostel, solo queda hacer balance en tus prioridades. Si sientes que te va a costar mucho compartir tus espacios, quizá no sea buena idea porque te vas a sentir incómodo. No te forces, hazlo cuando te sientas listo, sabiendo que vas a beneficiar a tu bolsillo y sumarás experiencia viajera.