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Viajar sin agobios, ideas de una viajera ansiosa

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By Verónica Duarte

La ansiedad, esa compañera desagradable que aunque no queramos se embarcará con nosotros en nuestra próxima aventura. Los viajes están llenos de situaciones que pueden hacernos sentir alterados, y en mi caso, ansiosa y viajera, he encontrado formas de que todo corra de la forma más armoniosa posible y quiero compartirlas para ayudarte.

Si piensas que la idea de un viaje con destino sorpresa es una locura, entonces este post es para ti. Estas son algunas de las reglas que sigo cuando quiero que un viaje sea lo menos estresante posible:

Reserva con tiempo

Tener las reservas hechas con tiempo ayuda a sentir que está todo bajo control, reduce las posibilidades de contratiempos como quedarte sin lugar en una actividad o no encontrar alojamiento adecuado en la zona que querías.

Si además te preocupa que puedan haber cambios de última hora, elige opciones con cancelación gratuita.

Hoy en día hay muchas opciones y estilos para reservar alojamiento. Ya sea buscando hospedajes tradicionales utilizando un buscador de hoteles, u optando por hacer intercambio de casas, tener el alojamiento asegurado previamente es una manera de reducir tu ansiedad.

Crea un itinerario

Organiza un itinerario con los lugares que quieres visitar. Así cada día será solo despertarte y saber lo que tienes que hacer. Evitas perder tiempo de tus vacaciones decidiendo y organizando. También date la libertad de poder hacer algunas modificaciones de última hora si algo no te apetece o el clima no acompaña. El itinerario es para ayudarte, no para crearte más ansiedad.

No seas muy ambicioso

No llenes tus días con demasiadas actividades, estás de vacaciones, no quieres sentir que estás cumpliendo un horario laboral. Sobre todo si vas de vacaciones con niños deja tiempo para descansos, comidas tranquilas e imprevistos.

Deja tiempo prudente para llegar a los lugares

Moverse de un lugar a otro en una ciudad que no conocemos puede que tome más o menos tiempo de lo que dice googlemaps, pueden haber cambios en las rutas, tráfico en horas pico, trenes o metros detenidos, accidentes en la vía etc. No quieres estresarte por la posibilidad de perder un vuelo o llegar tarde al museo.

Infórmate sobre el lugar antes del viaje

Llegar con una idea sobre la moneda, cómo moverse de un lugar a otro, los lugares donde te gustaria comer, las costumbres de un lugar y hasta el hospital más cercano o el número de los servicios de urgencia pueden ayudarte a estar más relajado en ese sitio desconocido.

©kasto – stock.adobe.com

Miedo a volar

El miedo a volar es una de las partes más difíciles de superar. Tomo varios vuelos por año, y es verdad que la costumbre ha ayudado y ya no le dejo marcas de uñas en los brazos a mis acompañantes, pero aun me estresan los aviones.

Lo que hago es mantenerme entretenida con buenos libros, series y películas. Pensar en el destino, en lo que haré al llegar en lugar de concentrarme en si el avión se está moviendo diferente o cualquiera de esos pensamientos paranoicos que nos atacan.

Una buena opción es también considerar las ventajas de viajar en tren en vez del avión.

Respira

Antes de viajar, piensa en formas de volver a la calma, usa tus ejercicios de respiración, si aun no lo haces, aprende uno que te sirva o simplemente: ¡no te olvides de respirar! Visualiza tu viaje y tu aterrizaje seguro, no te concentres en pensamientos negativos, piensa en lo maravilloso que será visitar ese museo que tanto querías, esa playa soleada que quieres disfrutar hace tiempo.

Y ¡muevete! No dejes que tu cuerpo se ponga demasiado tenso, estírate, practica algunas posturas de yoga (los aeropuertos son una jungla variada, no te preocupes por si los otros te miran o no).

Sé amable contigo y si viajas acompañado cuéntale a otra persona sobre tus temores, te sentirás mejor. Estamos juntos en esta lucha 🙂

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