El Museo del Prado es uno de los museos más conocidos del mundo y uno de los museos de Europa más visitados y reconocidos. Recibe casi 3 millones visitas al año y, junto al Reina Sofía y el Thyssen forma uno de los circuitos artísticos más importantes de España.
15 obras que ver en el Museo del Prado
Obras de artistas universales como Goya, El Greco, Velázquez o Rubens son el principal reclamo del Prado. Para ver lo primordial de la extensa colección de obras que datan de los siglos XVI al XIX se se necesitan al menos, unas 3 horas.
Si dispones de poco tiempo, sigue leyendo porque te indicamos cuáles son las 15 obras imprescindibles que ver en el Museo del Prado, y su ubicación para que puedas ver lo más importante del museo.
La maja desnuda, de Goya
La maja desnuda es una de las obras maestras de Francisco de Goya. Se cuenta que fue un cuadro encargado por Manuel de Godoy, primer ministro del rey Carlos IV, quien tenía gusto por el arte erótico.
Goya pintó a una mujer acostada y desnuda, simulando a la diosa Venus, pero con notables facciones humanas. Aunque no se sabe a ciencia cierta quién fue la modelo, se presume que se trataba de Pepita Tudó, amante y luego esposa de Godoy.
Posterior a esta obra -que fue muy controversial para la época por el desnudo- Goya pintó también La maja vestida. Ambos cuadros están expuestos uno al lado del otro en el Museo del Prado.
📅 Año: 1795-1800
📍 La encontrarás en la Sala 038
Las meninas de Velázquez, una de las obras importantes que ver en el Museo del Prado
Las meninas de Diego Velázquez es quizás el cuadro más famoso del Museo del Prado. No tan solo por su gran tamaño: mide más de 3 metros de ancho y casi 3 metros de alto, sino por lo original de su composición, que buscaba transmitir una sensación de vida y realidad.
La protagonista es la princesa Margarita Teresa, la hija menor de Felipe IV y quien aparece en el centro del cuadro acompañada de las meninas, dos chicas de la corte que la criaban.
Pero la atención también se va a los demás personajes, entre los que destacan el rey y la reina reflejados en el espejo, un hombre parado en el umbral, dos enanos, un perro y el propio Velázquez mirando fijamente al espectador.
Sin duda, Las Meninas es uno de los cuadros más curiosos y emblemáticos que podemos ver en el Museo del Prado.
📅 Año: 1656
📍 La encontrarás en la Sala 012, la estancia más popular del museo.
Jardín de las Delicias, de El Bosco
Aunque el cuadro no está firmado, no queda ninguna duda de que el tríptico del Jardín de las Delicias fue pintado por El Bosco. Su complejidad, colores y detalles, lo convierten en una de las obras imprescindibles que ver en el Museo del Prado.
Con el tríptico cerrado, El Bosco nos deja ver escenas de creación. Una vez abierto, se divide en tres partes: la primera, el paraíso con Adán y Eva; la segunda, representa la lujuria y el pecado; la tercera, al infierno y el castigo.
Como dato curioso, te contamos que el cuadro está pintado en óleo sobre una tabla de madera de roble. Increíble, ¿verdad?
📅 Año: 1490-1500
📍 Sala 056A. En la misma sala encontrarás otras pinturas importantes de El Bosco, como «El tríptico de la adoración de los magos» y la «Mesa de los pecados capitales».
Caballero de la mano en el pecho, de El Greco
Hay varias obras de El Greco expuestas en el Museo del Prado, pero esta es una de las más especiales. El Caballero de la mano en el pecho fue uno de los primeros cuadros del pintor griego realizados en España y, gracias a su exposición temprana en las salas del museo, se convirtió en una de las obras más emblemáticas.
Se trata de un caballero de unos 30 años, vestido según la moda de finales del siglo XVI y del que se sabe que es un noble y empuña una espada.
Lo cierto es que este retrato ha dado cabida a muchas interpretaciones y se ha pensado, incluso, en que es un autorretrato.
📅 Año: 1580
📍 Sala 010B, donde verás muchos más retratos y pinturas de El Greco.
La Anunciación, de Frá Angelico
El verdadero nombre de Frá Angelico -solo fue llamado así después de su muerte- es Guido de Piero y era un pintor italiano que se ordenó como sacerdote.
La Anunciación fue una de sus primeras obras y fue desestimada durante décadas, hasta que los críticos reconocieron su importancia dentro del arte italiano, pues el pintor demostró que sabía hacia dónde se estaba inclinando la pintura florentina y toscana.
La obra, pintada en témpera sobre tabla, muestra el ciclo de la pérdida (Adán y Eva expulsados del paraíso) y la salvación del hombre (anunciación de María).
📅 Año: 1426
📍 Sala 056B, junto a más obras de Fra Angélico, Sandro Boticelli y otros pintores del Quattrocento italiano.
El Descendimiento, de Roger van der Weyden
El Descendimiento es una de las obras maestras de Roger van der Weyden, un notable pintor flamenco que disfrutó de notoriedad en vida (1400-1464), sin embargo ninguna de sus pinturas llevan su firma y todas han sido atribuidas a él.
En principio, El Descendimiento fue un encargo para adornar la capilla de Nuestra Señora Extramuros de Lovaina, fundada en el siglo XIV, pero con el tiempo el rey Felipe II se encaprichó con la obra y la mandó a traer en barco a España.
Pintado en óleo sobre tabla, se trataba originalmente de un tríptico, sin embargo se desconoce el paradero de las alas laterales. En persona sorprende, ya que mide 220 cm de alto y 265 cm de ancho.
📅 Año: 1443
📍 Sala 058
Las Tres Gracias de Rubens, un cuadro famoso que ver en el Museo del Prado
Las Tres Gracias es una de sus pinturas más importantes de Peter Paul Rubens, y a la vez una de las obras imprescindibles que ver en el Museo del Prado. Rubens está considerado uno de los mayores exponentes del barroco flamenco.
El cuadro representa a Aglaya, Talía y Eufrósine; diosas del encanto en la mitología griega e hijas de Zeus. Se trata de tres mujeres desnudas y abrazadas, que bailan suavemente en trazos llenos de luz.
Con esta obra, Rubens expone la belleza femenina del siglo XVII y aunque en principio conservaría la pintura para sus aposentos, el rey Felipe IV decidió hacerse con ella, atraído por la sensualidad de las figuras.
📅 Año: 1630-1635
📍 Sala 029
El Cardenal de Rafael, otra obra imprescindible que ver en el Museo del Prado
Rafael Sanzio es reconocido como uno de los más grandes artistas del Renacimiento en Italia. Quizá por eso, al principio, la obra de El Cardenal pasó desapercibida hasta que se supo que había sido pintada por él.
No se sabe quién fue el cardenal que posó para el artista, aunque se manejan algunos nombres. Pero no queda duda de que Rafael fue capaz de reflejar la imagen universal de un cardenal durante la época del Renacimiento, para dejar constancia en la historia.
Los expertos encuentran paralelismos en esta obra a la famosa Gioconda de Leonardo da Vinci, una de las obras imprescindibles del Louvre en París.
📅 Año: 1510-1511
📍 Sala 049
Los Fusilamientos, de Goya
Goya pintó Los Fusilamientos del 3 de mayo en 1814; seis años después de la lucha del pueblo español contra la dominación francesa. Es uno de los cuadros más representativos del Museo del Prado.
La obra retrata el instante en el que insurgentes españoles fueron fusilados en la colina de Príncipe Pío, en Madrid. Pero no se trata solo de la representación artística de un hecho histórico, sino también de un cuadro que fue considerado como la primera gran obra contemporánea y que dio paso a otros estilos.
Cuentan que Picasso se inspiró en esta obra de Goya para pintar su famoso Guernica, expuesto actualmente en el Museo Reina Sofía, de Madrid.
📅 Año: 1814
📍 Sala 064
Autorretrato, de Durero
Una de las cosas que más llama la atención del Autorretrato de Durero -una obra clave que ver en el Museo del Prado-, es su impecable técnica y la búsqueda de la perfección en los detalles.
Alberto Durero era artesano, pero le gustaba pintar y tenía un alto concepto de sí mismo. Tanto, que en algún momento se usó como modelo para representar a Jesucristo.
En este autorretrato, Durero cubre sus manos de artesano con guantes grises de cabritilla, que eran los que usaba la alta sociedad para distinguir su estatus. Con ese gesto en su pintura, Durero se eleva de artesano a artista ante el deleite de todos.
📅 Año: 1609
📍Sala 028
Adoración de los Magos de Rubens, una de las mejores obras que ver en el Museo del Prado
La Adoración de los Magos es uno de los cuadros de Rubens más grandes que puedes ver en el Museo del Prado. Mide casi 5 metros de ancho y más de 3 metros de alto.
Más allá de estar plagado de personajes y simbolismos, uno de sus aspectos más resaltantes es que Rubens comenzó a pintarlo entre 1608 y 1609, pero lo terminó 20 años después, época en la que decidió agregar un autorretrato a la pintura.
Puedes ver a Rubens en el lado derecho del cuadro, debajo del caballo.
📅 Año: 1609
📍 Sala 028
La rendición de Breda, de Velásquez
La rendición de Breda fue un encargo del rey Felipe IV a Diego Velázquez, para decorar el Palacio del Buen Retiro.
La obra muestra el instante en que la ciudad de Breda fue recuperada por Felipe IV, después de la guerra de los 80 años con los Países Bajos, a finales del siglo XVI.
Allí se ve cómo los nobles ceden la soberanía a los españoles, entre personajes curiosos que miran al espectador. Algo muy típico de Velázquez.
📅 Año: 1635
📍 Sala 009A
Judit en el banquete de Holofernes, de Rembrandt
Esta es una de las obras más enigmáticas que ver en el Museo del Prado. También se le conoce con el nombre de Artemisa y es una de las pinturas de Rembrandt, aunque algunos expertos son escépticos en cuanto a su atribución el famoso pintor holandés.
El cuadro siempre ha dado mucho de qué hablar. Se dice que la protagonista es Artemisa, recibiendo las cenizas de su esposo mezcladas con vino; o que es Sofonisba agarrando una copa envenenada que le envía su esposo. Pero también que se trata de Judit en el banquete de Holofernes: el general que fue seducido por una mujer y decapitado por ella esa misma noche, después de la fiesta.
Cierto o no, este cuadro impresiona al espectador quien puede ver de cerca la técnica de Rembrandt, sobre todo en las texturas.
📅 Año: 1634
📍 Sala 076
Las hilanderas, de Velázquez
Las hilanderas es otra de las grandes obras de Diego Velázquez que ver en el Museo del Prado. La cantidad de personajes, colores y acciones sucediendo al mismo tiempo, definen el concepto narrativo de Velázquez que siempre deja al espectador con muchas preguntas.
Aunque parece una simple escena de mujeres preparando lana en un taller; tiene un simbolismo mitológico. Pues la obra hace referencia a la fábula de Atenea y Aracne, que cuenta que cuando Aracne intentó suicidarse, la diosa Atenea se apiadó de ella; pero la convirtió en araña y la condenó a tejer por el resto de los tiempos.
📅 Año: 1655-1660
📍 Sala 015A
Saturno, de Francisco de Goya
Una de las pinturas más oscuras de Francisco de Goya del Prado es la de Saturno devorando a su hijo. Hace referencia al mito griego de que el dios Saturno iba comiendo a sus hijos, para evitar ser destronado por uno de ellos.
Lo más interesante es que Saturno forma parte de una serie de catorce murales que Goya pintó entre 1819 y 1823, directamente sobre la pared seca, utilizando óleo y otros materiales.
Se le llaman Pinturas Negras por el uso de los pigmentos oscuros y lo sombrío de los temas escogidos por el pintor y, sin duda, Saturno es una de las que más llama la atención.
📅 Año: 1820
📍 Sala 067
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- El Museo del Prado abre de lunes a sábado de 10 a 20 hrs y los domingos y festivos de 10 a 19 hrs.
- La entrada general tiene un costo de 15€ y puedes optar por una audioguía (5€) o una visita guiada (10€).
Es posible entrar gratis al Museo del Prado si acudes a ciertas horas. (De hecho, es una de las mejores cosas que hacer en Madrid gratis). Para no pagar nada puedes visitarlo de lunes a sábado de 18 a 20 hrs y los domingos y festivos de 17 a 19 hrs.
Recomendamos obtener las entradas online, así sea dentro del horario gratuito, para evitar largas filas. Puedes adquirirlas en la página oficial.