El legado cultural y arquitectónico de la antigua Grecia es tan inmenso que continúa vigente en estos tiempos de Tik-Tok. Entre todos esos tesoros, los templos griegos ocupan un lugar destacado, como imponentes hogares de dioses antiguos y como las mayores joyas de la arquitectura griega.
Sigue leyendo para conocer cuál era la función de los templos griegos y cuáles son los más famosos. Además, te contaremos cómo llegar y otros datos de interés práctico si buscas qué ver en Grecia.
¿Cuál era la función de los templos griegos?
Eran lugares de culto, dedicados a los dioses del panteón griego, donde los fieles realizaban ofrendas, plegarias y rituales para honrar a sus deidades.
Los templos griegos, conocidos como “natos” en griego antiguo, desempeñaban un papel fundamental en la vida religiosa y cultural de la antigua sociedad griega.
El centro del templo, en griego antiguo “naos”, era el lugar habitado por el dios y estaba ocupado con una gran estatua de su figura. Curiosamente, en el interior del templo no se realizaba ninguna ceremonia religiosa, pues estas se celebraban en un altar situado al aire libre fuera del templo.
Más allá de su función religiosa, los templos también servían como un lugar donde resguardar tesoros y las riquezas producto de las donaciones de los fieles.
El Partenón de la Acrópolis
Sin temor a equivocarnos, el templo griego más famoso es el Partenón de Acrópolis. Ubicado en el corazón de la Acrópolis de Atenas, fue construido en el siglo V a.C, y está dedicado a la diosa Atenea.
En el Partenón se puede leer la historia en sus columnas dóricas, refinados detalles escultóricos y frisos narrativos sobre la mitología, así como eventos de la vida ateniense.
A pesar de los estragos del tiempo, el Partenón conserva buena parte de su esplendor original. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1987.
No es ningún secreto cómo llegar al Partenón, uno de los lugares imprescindibles que ver en Atenas. Existen dos entradas para acceder a la Acrópolis. Si vas en metro, debes bajar en la estación de Monastiraki (líneas 1 y 3), luego atravesar el barrio de Plaka y subir un buen tramo hasta la entrada (unos 700 metros).
Puedes entrar gratis al Partenón el 6 de marzo, 18 de abril, 18 de mayo, último fin de semana de septiembre, 28 de octubre y todos los domingos desde el 1 de noviembre al 31 de marzo.
Si tu visita no coincide con ningún día gratis, puedes comprar entradas a la Acrópolis de Atenas.
El Erechtheum
Situado cerca del Partenón, en la Acrópolis de Atenas, el Erechtheum es un templo que rinde homenaje a los dioses Atenea y Poseidón, que albergaba objetos sagrados, grandes tesoros y riquezas.
Incluso contemplando con tus propios ojos, no es sencillo comprender la complejidad del diseño arquitectónico excepcionalmente intrincado, con columnas cariátides que representan figuras femeninas en lugar de columnas tradicionales.
Al igual que muchos otros templos del Partenón, para su construcción se utilizó mármol pentélico, material extraído del Monte Pentélico, entre los años 421 y 406 a.C.
Al igual que en toda la Acrópolis de Atenas, sobre todo al atardecer, desde el lugar se consiguen unas buenas vistas de la ciudad y del mar Egeo ¡No te las pierdas!
Templo De Apolo Epicurius
Partimos desde Atenas rumbo al Peloponeso, hacia el Templo de Apolo Epicurius, en el yacimiento arqueológico de Bassae. Este templo es especial en su diseño, porque es el único alineado de norte a sur y no de este a oeste, y en su significado.
Construido en el siglo V a.C, en honor a Apolo Epicurius (Apolo el Ayudante), el templo combina elementos dóricos y jónicos en su arquitectura.
A pesar de encontrarse cerca de ninguna parte, en medio de la nada en la región de la antigua Arcadia, el lugar es un testimonio del enorme talento de los griegos en el arte de la construcción.
El Templo de Apolo Epicurius es, debido a su ubicación, ¡uno de los lugares con menos turistas de Grecia!
Cómo llegar al Templo de Apolo Epicurius
Si vas al Templo de Apolo Epicurius desde Atenas, en coche tardarás 2:15 horas. Si combinas el tren, desde la estación de Atenas hasta la de Levadla (1:26 horas, de 5 a 9€), más 50 minutos en taxi (40-50€) hasta el templos, quizá te plantees hacer el viaje de 3 horas en autobús desde Atenas (15-19€).
Como dato curioso, te sorprenderá que todo el conjunto arqueológico, incluído el templo, se encuentra protegido debajo de una enorme carpa. Visitar este lugar no es para quienes vayan cortos de tiempo, pero si cuentas con suficiente, no te decepcionará.
Templo de Hefesto
En el Ágora de Atenas se alza el impresionante Templo de Hefesto (dios del fuego, de los volcanes y de la metalurgia). Este templo es uno de los mejor conservados de toda la arquitectura dórica griega.
Además de su buen estado, te sorprenderá la armonía de sus formas y lo bonito que es todo el entorno. No por nada, el de Hefesto es uno de los templos griegos más famosos y visitados de Atenas.
Con el Templo de Hefesto pasa lo mismo que con los templos de la Acrópolis de Atenas, si usas el metro, tendrás que bajar en la estación de Monastiraki (líneas 1 y 3), o en Thissio (línea 1). De cualquier manera, hay que caminar un buen trecho hasta llegar al templo.
Para que tus fotos de Instagram no sean sólo hashtags, comprendas los complejos cotilleos de los dioses griegos, y aprecies realmente la maravillosa arquitectura de aquella época, puedes apuntarte a un free tour mitológico por Atenas.
Templo de Apolo, Delfos
Delfos, famosa por su oráculo, hogar del dios Apolo, es uno de los principales templos de Grecia. Ubicado en la ladera norte del monte Parnaso, escondido en un valle que los griegos relacionaban con un útero (delphus), sólo 160 kilómetros separan la capital griega de Delfos. Sin duda, es una de las excusiones imprescindibles desde Atenas.
Para los antiguos griegos, Delfos era el ónfalos (un lugar primordial en su mitología señalado como el centro del universo). Mientras que Apolo era reverenciado como el dios del sol, la música, la poesía y la luz.
En la actualidad, queda poco del esplendor original del Templo de Apolo. Sin embargo, si te animas a visitarlo, cuando entiendas su significado y la importancia espiritual del lugar, es muy probable que te sientas sobrecogido por la experiencia.
Cómo llegar a Delfos
Si viajas de Atenas a Delfos en coche, debes tomar la autopista E75 en dirección Lamia, luego tomar la salida a Castro y continuar rumbo a Levadia, cruzando Arachova (un lindo pueblo de montaña que también vale la pena visitar).
Para viajar en autobús desde Atenas a Delfos, la forma más económica es hacerlo con la empresa KTEL, desde la estación de Kifisou. El boleto cuesta unos 17€, mientras que el viaje dura alrededor de 3 horas.
Otra forma de visitar el Templo de Apolo, es unirte a una excursión desde Atenas a Delfos. Incluye recogida en el hotel y traslado de vuelta, guía oficial en español, transporte, entradas al yacimiento y comida.
Templo de Afaya, Isla de Egina
A pesar de que Egina no es tan popular como algunas de las mejores islas griegas, visitar el Templo de Afaya (Aphaia), dedicado a la diosa de la tierra desaparecida (Aphaia significa literalmente “no aparecer”), es una experiencia donde la arquitectura, la mitología y el entorno natural se funden de manera extraordinaria.
Según la mitología, Briotomoartis era una ninfa hija de Zeus y Carme. Condenada por su belleza a ser perseguida por los hombres, una día se vio obligada a saltar al mar para escapar del rey Minos.
De aquellas aguas, fue rescatada por un pescador de la isla de Egina que se enamoró perdidamente de ella. Fue entonces, cuando Britomartis pidió ayuda a Artemisa y ésta la hizo desaparecer. Desde aquel instante se convirtió en Afaya (desaparecida, invisible).
El Templo de Afaya está en la cumbre de una hermosa colina con increíbles vistas al mar, en un lugar apartado de la isla. Junto con el Partenón y el Templo de Poseidón del cabo de Sunión, forma parte de un triángulo de templos sagrados que en la antigüedad llegó a rivalizar en importancia con Atenas.
Cómo ir a la isla de Egina
Sobre cómo ir desde Atenas a la Isla de Egina, primero deberás dirigirte al puerto del Pireo. Para hacerlo, deberás tomar el autobús línea x80 (4,50€), desde la plaza Syntagma (cada 30 minutos parte uno).
Una alternativa más económica es ir en metro (1,40€), tomando la línea 1 (color verde). El inconveniente es que la estación del Pireo está un poco alejada del puerto. Hay que caminar unos 15 minutos o pagar un taxi.
Finalmente, hay que tomar un ferry a la Isla de Egina. Dependiendo de la compañía que escojas, encontrarás billetes desde 10,50€ hasta 19€ por persona.
En temporada alta, los ferrys parten cada 40 minutos. Además, desde el mismo puerto, también podrás dirigirte rumbo a otras islas griegas como Santorini.
Templo de Poseidón, Sounion
Si tienes la oportunidad de arribar o partir de Atenas en barco, quedarás impresionado cuando vislumbres en lo alto de un acantilado, a unos 60 metros sobre el nivel mar, el Templo de Poseidón.
Dedicado al dios del mar, este templo servía también como faro y punto de referencia para los navegantes de la antigüedad. Gracias a su majestuosa ubicación en el cabo Sounio y su asociación con el mar, es un lugar de gran significado mitológico y arquitectónico.
La historia cuenta que Poseidón y Atenea compitieron para determinar quién sería el patrón de la ciudad de Atenas. Poseidón golpeó el suelo con su tridente y creó un manantial de agua salada, mientras que Atenea hizo brotar un olivo.
Los habitantes, ni tontos que fueran, escogieron el regalo de Atenea y desde entonces la capital griega se llama Atenas.
Cómo llegar a Sounion
- La forma más económica y práctica de visitar el Templo de Poseidón, es tomar un autobús desde Atenas al cabo Sounio. Partiendo desde la estación de autobuses KTEL, el viaje dura 1:30 horas y tiene un coste entre 4 y 7€,
- También puedes tomar un autobús turístico a cabo Sounio con audioguía en español. De cualquier forma, deberás sumar al costo del transporte la entrada general al templo, que son 10€.
Explorar los tiempos griegos más famosos es adentrarse en un mundo de historia, mitología y arquitectura sublime. Ya sea admirando las columnas dóricas del Partenón o las cariátides del Erechtheum, estos templos son un recordatorio eterno de una civilización que sigue presente en nuestro tiempo.