Saber con exactitud cuántos castillos hay en Alemania es difícil, por no decir imposible. Se calcula que son alrededor de 25.000 edificaciones, que van desde una simple mansión hasta estructuras más complejas y que le confieren al país un esplendor único, lleno de antigüedad.
Aunque son muchos, te vamos a contar cuáles son 10 de los castillos más bonitos en Alemania, su historia y cómo llegar a ellos para que puedas armar tu propia ruta y maravillarte con sus paisajes.
Eltz, uno de los castillos medievales en Alemania
El castillo de Eltz es una fortaleza impresionante que se levanta en una colina a 70 metros sobre el río Mosela, entre Coblenza y Tréveris. Está rodeado por los bosques del valle de Elzbach y puedes llegar a él por varias rutas de senderismo que le dan una estampa única.
Lo más interesante es que el castillo pertenece a la familia Eltz desde el año 1157 y que durante 9 siglos de historia nunca ha sido destruido, conservándose casi intacto durante 33 generaciones.
Aunque está habitado por parte de la familia Eltz, puedes visitar el patio central, la Sala del Tesoro y hacer una visita guiada por 14€.
El Castillo de Eltz es una de las mejores cosas que ver en Tréveris, ya que se encuentra a apenas 100 Km de dicha ciudad alemana.
También puedes optar por una excursión de un día desde Frankfurt para conocer el castillo. Por su la corta distancia que lo separa de Frankfurt (apenas 150 kilómetros), el Castillo de Eltz es una de las mejores excursiones desde esta ciudad. Descubre que ver y hacer en Frankfurt.
Castillo de Hohenschwangau
La mayoría de las rutas de los castillos en Alemania te llevan al de Hohenschwangau y al icónico Neuschwanstein que está apenas a 2 kilómetros de distancia, en el pueblo de Schwangau, al sur de Baviera.
Este castillo fue el lugar donde el rey Ludwig II de Baviera vivió su infancia y juventud. Destaca entre otros castillos de Alemania por su peculiar estructura y arquitectura, con cierta semejanza al Palacio da Pena, en Sintra, Portugal.
Pasó a llamarse así cuando fue adquirido por el príncipe Maximiliano, quien lo convirtió en su residencia de verano favorita. Hoy en día es un museo que conserva el mobiliario original, los frescos de las paredes y la decoración de las estancias.
Hohenschwangau se puede visitar como parte de un recorrido guiado en un horario de admisión específico. La entrada tiene un costo de 23,50€ y dura 45 minutos aproximadamente. También puedes hacer una visita guiada desde Múnich con un guía en alemán, inglés o español.
Si viajas por tu cuenta, puedes reservar las entradas individuales en su página oficial.
Neuschwanstein, el castillo del Rey Loco en Alemania
Neuschwanstein es el castillo más famoso de toda Alemania. Se encuentra muy cerca de la ciudad de Füssen, una de las localidades imprescindibles a visitar en una ruta por Baviera.
¿Qué lo hace tan famoso? Estética aparte, fue la edificación que sirvió de inspiración a Walt Disney para crear el castillo de la Bella Durmiente. Sin duda, es uno de los lugares que ver en Múnich más imprescindibles.
Esta fortaleza medieval fue construida sobre una colina rocosa en 1869 por orden del rey Ludwig II de Baviera, al que llamaban “el rey loco” porque consideraban que vivía encerrado en su propio mundo de fantasía. Tanto así que los gastos y diseños se tuvieron que reformular varias veces para tratar de complacer sus ambiciosas peticiones.
En principio se llamaba “Nuevo Castillo de Hohenschwangau” que fue el lugar donde el rey vivió gran parte de su vida. Pero al morir el rey (quien apenas vivió allí 172 días), se le cambió el nombre a Neuschwanstein y quedó abierto al público hasta el día de hoy.
El Castillo de Neuschwanstein es una de las excursiones desde Múnich más imprescindibles.
Puedes hacer una excursión con transporte incluido y un guía en español. Si vas por tu cuenta, el costo de la entrada general es de 15€ de marzo a octubre.
Castillo de Hohenzollern
El castillo de Hohenzollern está en lo alto de un acantilado al sudeste de Alemania, entre el lago Constanza, la Selva Negra y la ciudad de Stuttgart, que queda a una hora en coche. Desde allí se tienen unas impresionantes vistas sobre el bosque que se extiende por más de 100 kilómetros.
Esta fortaleza -que fue hogar de los reyes de Prusia, emperadores alemanes y condes- fue construida en el siglo XI sobre las ruinas de otros dos castillos y a lo largo de todos estos siglos ha sido demolida y reconstruida varias veces.
De todas esas transformaciones, solo la Capilla de San Miguel forma parte de la estructura original y hoy en día el castillo es un museo en el que se puede admirar su estilo neogótico y antiguos tesoros de la realeza.
La entrada tiene un costo de 22€ y da acceso al museo y todas las áreas comunes. También puedes planear una excursión de un día desde Frankfurt para visitar este mágico lugar.
Lichtenstein, de los castillos más famosos en Alemania
El castillo de Lichtenstein se deja ver en lo alto de un risco en el pueblo de Honau, a 60 kilómetros de Stuttgart. Al fijarnos en esa imagen ya parece que estamos dentro de un cuento; pues está rodeado de bosque y ofrece hermosas vistas del río Echaz y los Alpes de Suabia.
Este antiguo castillo medieval en Alemania se construyó sobre las ruinas de una fortaleza de caballeros a mediados del siglo XIX y por orden del conde Wilhelm de Württemberg, quien se sintió inspirado por una novela romántica del escritor Wilhelm Hauff llamada “Lichtenstein” (1826). De allí a que también se le conozca como el Castillo de Cuento de Hadas de Württemberg por su halo romántico y arquitectura neogótica.
La entrada general tiene un precio de 4€ y si quieres hacer un tour básico guiado (¡algo que recomendamos mucho!) son 12€ por adulto.
Wartburg, uno de los castillos en Alemania más importantes
El Castillo de Wartburg es un edificio imponente, que se levanta en lo alto de un acantilado de poco más de 400 metros. Estsituado en los alrededores de la ciudad de Eisenach, en el centro de Alemania.
Fue construido entre los siglos XII y XV y sigue siendo muy fiel a su estructura original, a pesar de haber sido renovado en el siglo XIX. Además, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por su gran importancia histórica: fue allí donde Martin Lutero tradujo el Nuevo Testamento al alemán hace casi 500 años y donde vivió Isabel de Hungría una larga temporada.
La visita a las instalaciones al aire libre y los patios del castillo es gratuita, pero si quieres visitar el interior, la entrada general tiene un costo de 12€.
Castillo de Heidelberg
Dicen que Heidelberg es la ciudad más romántica de Alemania. Está a 100 kilómetros de Frankfurt y de Stuttgart, en el valle del río Neckar y coronada por este castillo que está prácticamente en ruinas, pero que fue considerado uno de los palacios más importantes del Renacimiento alemán.
El castillo de Heidelberg fue construido en 1196 en la colina de Königstuhl. A lo largo de los siglos sufrió varios saqueos y tres importantes incendios que lo dejaron con un halo enigmático. Llama la atención por su construcción de arenisca, las estatuas de la fachada y las hermosas vistas que desde allí se tienen de la ciudad.
Los jardines son de acceso libre durante el día y la entrada general al interior del castillo es de 9€. También puedes hacer esta excursión a Heidelberg desde Frankfurt para conocer la ciudad y el palacio.
Como dato curioso te contamos que puedes subir hasta el castillo de Heidelberg en funicular o andando desde el centro de la ciudad.
Castillo de Burghausen
Si estás haciendo la ruta de los castillos en Alemania, entonces el de Burghausen no puede faltar en tu lista. La ciudad está en la Alta Baviera y el castillo se levanta en una cresta del río Salzach y el lago Wöhrsee. No tan solo es un complejo gótico impresionante, sino que es considerado el castillo más largo del mundo con una longitud de 1000 metros.
Su construcción se remonta al año 1027 cuando ya era propiedad de los condes de Burghausen. Durante al menos 250 años iban siendo añadidas edificaciones a la estructura principal que cumplía la función de residencia real y fortificación militar.
La entrada general a todos los espacios del castillo es de 10€. También puedes planificar una visita privada al castillo de Burghausen con un guía en inglés para conocer más del lugar.
Castillo de Cochem
La ciudad de Cochem está a orillas del río Mosela, a tan sólo una hora y media en coche desde Bonn. Allí, sobre una colina a 330 metros sobre el nivel del río, se levanta este castillo desde el año 1000, también conocido con el nombre de Reichsburg.
La historia cuenta que la orden de construirlo fue del conde Ezzo, hijo y sucesor del conde palatino Hermann Pusilius. Desde entonces, tuvo distintas funciones como fortificación militar o feudo imperial, hasta que un gran incendio -debido a las invasiones- devastó a la ciudad y dejó al castillo en ruinas por casi 200 años.
El castillo de Cochem fue adquirido en 1868 por un empresario alemán llamado Louis Ravenet, quien se encargó de su reconstrucción. Aunque hoy en día es propiedad de la ciudad, se puede ver todo el diseño renacentista y barroco, además del mobiliario de la familia Ravenet.
Puedes hacer una visita guiada de 40 minutos por el castillo por un costo general de 8,5€. También puedes optar por un paseo en barco por Cochem y tener unas vistas inigualables del complejo.
Castillo de Schwerin
Schwerin es capital del estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental y tiene la distinción de ser la ciudad más pequeña de Alemania. Está bien conectada en tren desde Hamburgo, desde donde puedes llegar en 1 hora y media aproximadamente.
Allí, en una isla del lago que lleva su mismo nombre, se levanta este castillo que es uno de los más importantes en Alemania.
Su construcción se remonta al siglo X y solía ser la residencia de los duques de Mecklemburgo. Aunque ha sufrido remodelaciones a lo largo de 1000 años, impresiona por su magnitud, pues tiene 953 habitaciones, repartidas en cinco áreas y que están cuidadosamente decoradas para el asombro de todos.
La entrada general tiene un costo de 8,5€ y te da acceso a las áreas principales del castillo. Te recomendamos hacer un tour privado por Schwerin con un guía en español para que puedas conocer más de cerca la historia.
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